
A diferencia de los aceites vegetales, como es el de oliva, los aceites esenciales son sustancias muy concentradas y con una textura para nada aceitosa que se usan en cantidades pequeñas y que, por lo general, no pueden utilizarse en la alimentación, ya que en altas cantidades y sin diluirse pueden resultar tóxicos.
Caracterizados por su potente fragancia, se extraen de flores, hojas, resinas, frutas o raíces y, al ser muy volátiles, para conservarlas bien hay que guardarlas en un frasco opaco y un lugar fresco. Sin diluir, tampoco pueden aplicarse directamente en la piel, ya que podrían quemarla, y hay que mezclarlos con agua o los denominados aceites base, como el de almendra o el de oliva.
Lavanda
Propiedades antibacterianas y antimicóticas: Está demostrada su capacidad para combatir virus y bacterias. Efecto calmante, facilita el sueño, relaja músculos y es excelente en estados de ansiedad y estrés. Cicatrizante de heridas y quemaduras.
Hierbabuena
Es muy eficaz en trastornos digestivos e infecciones respiratorias. Así mismo, resulta excelente para abrir poros, tonificar la piel y combatir el acné.
Jazmín
Ayuda a calmar los nervios y la ansiedad a la vez que aporta una sensación de seguridad en uno mismo y te llena de optimismo.
Árbol de té
Al aceite esencial árbol de se té le atribuyen propiedades antisépticas; contra las bacterias, hongos y virus.
Estimulante y energético en casos de debilidad general. Puede ayudar en casos de depresión.
Caléndula
El aceite esencial de caléndula nos puede ayudar a tener una piel más sana y a combatir el acné, por ejemplo. También lo puedes usar cada noche como limpiador facial y para quitarte el maquillaje. Además, es un potente fungicida natural, que se emplea para tratar los casos de micosis.
Romero
El aceite esencial de romero –uno de los más usados y económicos en aromaterapia– te resultará de ayuda. Combinado con aceite de oliva, te servirá para aliviar las molestias en la zona de la espalda. También puedes usarlo para los problemas de circulación, aplicándolo con masajes en dirección ascendente en las piernas.
Eucalipto
Para combatir los ácaros y para esquivarlos es muy recomendable emplear este tipo de aceite en un difusor específico.
Tomillo
Se usa desde hace siglos para aliviar problemas dérmicos, como las cicatrices. De todos modos, lo más recomendable es que lo diluyas antes en un aceite “portador”, como el aceite de oliva o el de almendra dulce, dado que puede causar reacciones alérgicas.
Limón
Efecto reparador y cicatrizante, por este motivo está indicado en el tratamiento de diversos problemas de la piel. También se asocian propiedades antifúngicas a los aceites esenciales de cítricos.
Naranja
Es bueno para nutrir la piel irritada y propensa al acné. También es eficaz para tratar los callos en los pies y para apoyar la formación de colágeno en la piel. La naranja promueve una sensación de felicidad y calidez cuando se utiliza en la aromaterapia.
Etiquetas: aroma
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